miércoles, 16 de diciembre de 2015

EL SUPERVIVIENTE ANDRÉS

Primer concurso literario

Andrés era un niño que le gustaba mucho el fútbol pero el vivía en una isla desierta y se las apañaba como podía. Un día el estaba cansado de jugar y su ilusión por el fútbol iba desapareciendo y el mandó una carta en una botella. Cuando acabo de escribir la carta la enrolló y la mandó en la botella y esperó hasta que la botella desapareció entre las olas del mar, con alguna esperanza de que alguien fuera a salvarlo. Pasaron las semanas y nadie iba a salvarlo y también se olvido de ella. Lo principal era encontrar comida por que llevaba varios días sin comer y también construirse una casa porque la suya antigua era improvisada y como estaban en la época de lluvia la casa no aguantó el temporal. Fue a buscar material y encontró: una caña de bambú,palos y troncos largos y gordos y mucho follaje Empezó a construir su casa , colocó palos entre un par de palmeras a los dos y lados lo ató con enredaderas. También puso palos por arriba como techo, los ató y le puso unas ramas verdes por encima para que si llueve no le caiga agua. Por la parte de abajo puso otro montón de hierba por una parte como si fuera una almohada. Y ya acabó su casa, ahora fue a conseguir comida, tenía un machete y con él afiló la caña de bambú hasta tener punta suficiente como para clavarlo en algún sitio. Primero fue a pescar, tardó una hora y pescó dos peces. Después fue a conseguir agua, trepó una palmera y cortó dos cocos, a los cocos les hizo un agujero pequeño y se bebió todo el agua. Después les puso la comida preferida de los cangrejos araña, los más grandes del mundo. Se fue a la choza, hizo un fuego, cortó los peces por la mitad y los ató a una tabla para cocinarlos al fuego, cuando estaban bien hechos les daba la vuelta y se los comía. Apagó el fuego y se fue a dormir, no durmió mucho porque estuvo pensando toda la noche en la botella. Al amanecer fue hacia las trampas de los cangrejos, había seis cangrejos, cogió el machete y los mató todos uno a uno y cuando estaban muertos partía los cocos y se comía lo de dentro y la corteza la usaba de plato o cuenco para echar un caldo. Guardó los cangrejos en la casa y fue al mar a divisar los pájaros y peces y se dio cuenta de que en la orilla del mar había una botella, la abrió y ponía: "ya vamos, estamos en camino". Él se ilusionó mucho y al día siguiente llegó un barco de España. Cuando llegó allí, todos lo homenajearon y el presidente de España le puso su nombre a un estadio de fútbol y le hicieron una estatua en su honor. 

FIN

Espero que os haya gustado.